domingo, 3 de julio de 2011

Djokovic gana Wimbledon tras vencer a Nadal







El serbio Novak Djokovic ganó por primera vez el torneo de Wimbledon y su tercer título de Grand Slam al imponerse al español Rafa Nadal por4-6, 1-6, 6-1 y 3-6 en la final, dos días después de asegurarse el puesto de número uno del mundo y desbancar también de ese privilegio al español.

Djokovic necesitó casi dos horas y media de duelo para derrotar a Nadal, defensor del título, que no vivió sus mejores momentos en la pista al verse afectado en varias ocasiones decisivas por sus propios errores.

Un profundo silencio, marcado por la orden del juez Carlos Alberto Bernardes, dio paso a las 2.15 de la tarde en Londres al primer punto del partido, para Djokovic.

Con el saque a su favor, éste empezó a sufrir el resto de Nadal, vivo como nadie en la pista, que llegó a tener un 30-15 en ese primer juego.

Los dos lucieron su precisión en un intercambio desde el fondo de la pista, que al concluir generó el murmullo en las gradas para valorar el punto que se acababa de llevar Nadal.

En el segundo juego, el español mostró su poderoso servicio, que casi deja a Djokovic sin opciones al resto. Dos juegos más tarde, Nadal deja en blanco a su oponente y firma dos "aces".

Conforme se sucedían los puntos, el serbio iba controlando sus nervios, perfilando el saque y despertando a ese gigante que lleva dentro para contrarrestar a Nadal.

Se gana al público en el quinto juego al subir a la red inesperadamente para Nadal, que se queda lejos de poder alcanzar una bola.

Entre alabanzas sin control para el mallorquín, que recibe varios "I love you, Rafa", y la entrega absoluta de los británicos a Djokovic, que no perdonan a Nadal por haber eliminado a su querido Murray, los dos contrincantes iban dando rienda suelta a sus mejores armas.

Lo difícil para ambos era encontrar la forma de atacar al adversario, de hacerle daño ahí donde más flojeara. Había que ser paciente y Djokovic lo fue.

Llegado el décimo juego, con el 30-30 en el marcador y el saque para Nadal, los dos grandes del momento se medían el pulso en un agresivo peloteo y Rafa erró. Dejó la bola clavada en la red y dio el 30-40 a su adversario. Aún es más: Nadal regaló el punto de rotura a Djokovic enviando su bola fuera del cuadrante.

Gran segundo set del serbio
La ventaja numérica otorgó al balcánico una confianza extra que lo impulsó rápidamente para imponerse en el segundo set.

Arrancó con buen pie y rompió al mallorquín en el primer saque de éste. Tuvo a su favor dos puntos de 'break', pero ni siquiera esperó al segundo. Novak estaba impaciente y celebraba esa rotura como si el premio lo tuviera ya en sus manos.

El apoyo de los espectadores y sus ansias de cerrar con más nota aún una temporada histórica -tras encadenar en la primera parte del año 43 victorias consecutivas hasta su caída en Roland Garros-, le inyectaron al serbio pura vitamina para no dar tregua en este partido.

Volvió a romper el servicio de Rafa en la siguiente oportunidad. Con un pleno de 3-3 (opciones de rotura-aciertos).

El físico de Nadal resplandecía en la pista, la misma que él estrenó en esta 125 edición del torneo para disfrutar del honor que le correspondía como defensor del título. No obstante, sus errores le pasaron factura.

El serbio no perdonaba. Se escurría por cada rincón del terreno. Sus bolas eran puro veneno para el español, que viendo la paliza que le estaba dando el rival en ese segundo parcial decidió esperar, guardar fuerzas y reponerse en la tercera manga. 'Nola' había cerrado el segundo set en 33 minutos con un demoledor 6-1.

Nadal reacciona
Ahí se abrió el paréntesis, pues el serbio se sintió anclado ante el despegue de Rafa Nadal. No podía ser ni tan rápida ni tan fácil una final de este nivel, donde el público exigía más y más.

El tercer set fue de dominio absoluto de Nadal: rompió el servicio de 'Nola' en el segundo juego, se lo volvió a anular en el sexto y firmó dos plenos en el tercer y séptimo juego. Fueron los únicos instantes de gloria para Rafa, al que algunos seguidores calificaban de "fenómeno" cuando irrumpían a gritos entre punto y punto.

Nadal jugó, a ratos, con un servicio apabullante, que rozaba en muchos casos los 200 kilómetros por hora, pero sus despistes en los momentos cruciales, poco habituales en su juego, costaron muy caro al de Manacor.

Rafa perdonó
Y es que, para sorpresa de todos, Nadal dejó escapar dos bolas de 'break' consecutivas. Fue ahí donde acabó la esperanza del español, que padeció la efectividad y el gran acierto de Djokovic.

Pese a tratar de agotarlo y moverlo de lado a lado de la pista, el serbio parecía incansable, caminaba firme hacia la victoria y se beneficiaba de las pelotas planas ante las que Nadal no tenía la respuesta adecuada.

Djokovic le condenó con una rotura justo después de haber dejado escapar su mejor opción. Nadal le devolvió el 'break', pero para entonces estaba ya debilitado. Djokovic tuvo que aguantar al octavo juego de ese parcial para sentenciar al dos veces campeón del torneo, que llegó a salvar una bola de partido, pero no pudo con la siguiente.

sábado, 2 de julio de 2011

Nadal jugará su quinta final de Wimbledon ante Djokovic


El mallorquín Rafa Nadal disputará este domingo su quinta final de Wimbledon ante el serbio Novak Djokovic, después de eliminar en cuatro sets al escocés Andy Murray (5-7, 6-2, 6-2 y 6-4) en las semifinales del torneo, tras casi tres horas de partido.

Nadal, que este lunes perderá el número 1 del ránking ATP en detrimento del propio Djokovic, tuvo que remontar un set inicial en contra ante el británico para situarse en disposición de reeditar el título en el All England Tennis Club, que consiguió el año pasado y también en 2008.

La cita ante el serbio supondrá su quinta final en seis años en el Grand Slam de hierba para Nadal y la primera de su rival. "Me siento feliz por volver a estar en una final", dijo al terminar el choque el primer cabeza de serie, que añadió que el encuentro contra Djokovic será "como siempre, muy duro", porque esta temporada el serbio sólo ha perdido un partido y el español ha caído hasta en cuatro ocasiones frente a él.

"Estoy un poco triste por Murray, también merecía estar en la final y le deseo lo mejor para el resto del año, especialmente para Estados Unidos. Sólo le falta un poco de suerte para ganar un gran torneo", apuntilló Nadal.

El choque arrancó muy igualado, con ambos tenistas defendiendo su saque, aunque a un ritmo no excesivamente alto, como si intuyeran que la contienda podría ser larga. Incluso Murray dio indicios de fatiga, cuando pidió la entrada del médico del torneo tras apenas tres juegos disputados.

Las molestias del británico no fueron a mayores y se mostró más acertado que Nadal en el undécimo juego, donde el brazo del español al saque parecía agarrotado. Fue el instante en el que el escocés tiró con todo desde el resto y supo sacar ventaja (5-6), para cerrar posteriormente la manga al servicio.

Si había dudas sobre Nadal, todas se disiparon de un plumazo en el segundo set. El malloquín sacó su repertorio tenístico y anuló la ligereza del británico. Ni siquiera su saque (en el primer set fue soberbio) se mostraba infalible ante el vendaval español y la segunda manga se cerró casi en un suspiro. Todo empezaba de cero.

Pero ya no hubo relax, porque el aún número 1 del mundo no acusó la presión, ni el cansancio, ni recordó la inflamación que arrastra en el pie izquierdo desde octavos de final. Puso la directa y afinó al saque. Los intercambios eran por y para el español y solo cabía esperar un resultado idéntico al del anterior set (6-2).

El último set no fue diferente. Murray daba muestras de desesperación, tiraba la gorra sobre la maltrecha hierba y ya no corría como al principio, aunque no cejaba en su empeño por pelear ante su público. Situaba en 15 sus 'aces' del partido, pero perdía la ventaja y para colmo desperdiciaba varias bolas de ruptura en el cuarto juego. Nadal sentenció (6-4) y está a un paso de su tercer Wimbledon.